Claro que si, y me atrevería decir que debería ser parte de los requisitos para formar una sociedad.
A lo largo de este camino de emprendedor, he escuchado que a la hora de hacer negocios no hay amistades, y difiero de esta filosofía, ya que las amistades otorgan un elemento crucial para el éxito de una sociedad que termina siendo como un matrimonio, la CONFIANZA.
La CONFIANZA es parte elemental para poder caminar y hacer equipo con una persona, el estar seguro de que tu compañero(a) velará por los mismos intereses que te permitirán crecer y avanzar en el desarrollo de cada proyecto.
Cuando existe una amistad de por medio habrá mucho apoyo entre ambas partes ya que puede ocurrir un caso como este:
-Roberto y Rubén son mejores amigos, ambos deciden emprender un negocio e invertir en partes iguales para que al momento de repartirse las utilidades puedan dividirse en partes equitativas.
En el trayecto de la empresa se dan cuenta que hubo factores externos que no consideraron en el sector donde emprendieron, teniendo que invertir más de lo que estaba proyectado y para poder hacer frente y mantenerse en el mercado era necesario hacerlo. Roberto si tenía la posibilidad de invertir más pero Ruben no, esto pone en desventaja a Ruben y Roberto podría diluirlo ya que la inversión implicaba al menos una tercera parte de lo que se había puesto como capital inicial.
Lo interesante es que en cualquier sociedad ésta podría ser una oportunidad para ganar más puntos porcentuales (el pez más grande siempre se como al chico), pero gracias a la amistad y CONFIANZA que existe entre ellos Rubén pone en la mesa la siguiente propuesta:
-Propone que el dinero adicional invertirlo entre como un Financiamiento a la empresa y no como aportación de capital, con la intención de mantener el mismo porcentaje accionario cada uno, el dinero invertido por parte de Roberto será recuperado a final del año con una pequeña tasa de interés para que genere además una ganancia adicional.
Este como muchos otros son algunas de las estrategias que puedes utilizar para mantener sana la amistad, el negocio y sobretodo el poder seguir confiando en tu socio.
Créeme que Roberto se sentirá confiado de seguir apoyando el proyecto y, sobretodo Rubén no se desanimará al sentir que trabaja para su amigo.
La moraleja es mantener un espíritu de ganar-ganar para seguir avanzando en el desarrollo del proyecto sin poner en riesgo las amistades que sin duda valen más que cualquier cantidad monetaria.